Punto de llegada y punto de partida.
Anchas avenidas soviéticas con espléndidos jardines, gran bazar (el Chorsu, abarrotado de especias, frutas, y panes crocantes y circulares llamados “chapchak”, pero también de las más diversas carnes), y un Metro de Arte como el de Moscú. Reconstruida luego del pavoroso terremoto de 1966 (en cuyo epicentro se levantó el soviético “Monumento al Coraje”).
Centro religioso y económico del país.
Caminatas interminables.
El Museo Histórico Nacional, el de las Artes Aplicadas, y el fenomenal de Amir Timur.
El fantástico City Park, que sorprende como una isla en medio de la urbe (alrededor de un vidriado Hilton), impulsado por capitales chinos. 
La capital.