La Praga de los hebreos que la habitaron desde tiempos inmemoriales (dicen que en los cimientos de la “Sinagoga Vieja-Nueva” hay piedras del Segundo Templo de Jerusalén), y la de Franz Kafka, y la del emperador Carlos IV, y las Pragas que aparecen por la Plaza Mayor, por Stare Mesto, por Mala Strana…