Una nueva incursión (esta vez solitaria, tranvía 22 mediante) al lugar preciso en que, el 8 de noviembre de 1620, se produjo la crucial Batalla. 
Un regreso al Castillo y al Callejón de oro.
Un cruce del Puente de Carlos al atardecer, para luego navegar por las aguas del Moldava.
Ay Praga, Praga, Praga!