Dos tremendos embotellamientos en la carretera de Cancún a Playa del Carmen me hicieron perder el ferry de las 11am, con lo cual tuve que esperar al de las 13hs. y llegué muy justo a la salida del barquito de vidrio con el que se exploran las costas de la isla de Cozumel, el primer territorio mexicano que vislumbró Hernán Cortés, antes de dirigirse a fundar Veracruz.
Debido al mismo retraso, tuve que ir al Museo isleño recién después de la exploración marítima, con cual me quedó apenas media hora para recorrerlo antes del cierre, pero alcancé a ver lo esencial sobre las dimensiones temporal, geológica, biológica y humana de Cozumel, muy bien retratadas en las diferentes exhibiciones. 
Después me quedó algo del tiempo del atardecer para recorrer el centro urbano de la isla, y ya tuve que embarcarme en retorno hacia Playa del Carmen, para recoger el auto y volver a Cancún.