Un descanso reparador en La Estela, entre el desierto y los vientos de la estepa, y la orilla sureste del Lago Viedma, con incursiones en el vecino y legendario parador de La Leona (donde anduvo Butch Cassidy), y los impresionantes parajes ventosos del Bosque Petrificado: inmenso cañón que irrumpe en la planicie, donde los antiquísimos árboles convertidos en piedra conviven con fósiles de dinosaurios (paleontólogos y geólogos piensan que la zona fue frondoso bosque, y también fondo marino cuando, antes de la irrupción de los Andes, el Océano Pacífico llegaba hasta allí).