Estratégico puerto en la costa báltica polaca, Gdansk (Danzig en alemán) fue, desde tiempos medievales, llave del comercio en el norte de Europa: de ahí el esplendor que aún se puede palpitar en sus calles. Ciudad de mar y de mercaderes prósperos (ciudad, también, del filósofo  Arthur Schopenhauer), un puñado de sus ciudadanos intentó resistir con heroísmo el ataque nazi que dio inicio a la Segunda Guerra Mundial, y en sus “Astilleros Lenin” se tramó el principio del fin del “socialismo real”.