El judío es el emblema de la eternidad. Aquel al que ni las masacres ni las torturas, ni el fuego ni la espada  han podido destruir… Aquel que fue el primero en producir los oráculos de Dios, aquel que por tanto tiempo fue el guardián de la profecía, transmitiéndola al resto de la humanidad” proclama León Tolstoi desde una de las innumerables gráficas que tapizan este impresionante Museo, cuyas exhibiciones son imposibles de apreciar en menos de cinco horas.
Verdadero monumento a “lo judío” en el mundo, más allá de las fronteras de Israel, con reconstrucciones de sinagogas del Orbe, objetos únicos que dan testimonio, y videos, animaciones y todo tipo de piezas gráficas que muestran desde las influencias del Éxodo en la cultura de Hollywood y en las revoluciones y diversos movimientos de liberación del siglo XX, hasta la explicación de lo bíblico como fundamento de lo judío, pasando por Maimónides, Kafka, Benjamín de Tudela y Woody Allen,