Llegué a la entrada del Kibutz con el speech preparado acerca de que ‘vengo de Argentina’, que ‘estuve aquí en el ’84’, etc.
Para mi sorpresa, el anciano guardián, que no hablaba nada de inglés, simplemente oprimió un botón y mientras el portón metálico de acceso se iba abriendo lentamente, me hizo con el brazo 
un gesto de bienvenida, y me dejó pasar sin más.” (de mi Diario de Viaje, febrero de 2023)
Fue una alegría volver al Kibutz en el que viví y trabajé durante siete semanas en mi viaje de 1984, así como revisitar las localidades más cercanas: la pintoresca ciudad de Kfar Saba y la aldea árabe de Tira. Y muy emotivo conocer, en el cementerio de Kfar Saba junto a Coqui (mi primo argentino-israelí), la tumba de mi bisabuela Sara (matriarca ruso-tucumana que había decidido pasar sus últimos años en la Tierra Prometida).
Gran parte del camino con rumbo norte desde Tel Aviv a Galilea fue por la autopista Yitzhak Rabin. Destino final: una cerrada y fría noche sobre la colina donde se despliega la enigmática Safed.