Los toltecas, antecesores de los mexicas, también fueron admiradores del legado de Teotihuacán, y peregrinaron hacia ella.
Fueron los constructores de Tula, hoy un espléndido yacimiento a 70 kilómetros al norte de CDMX, en el Estado de Hidalgo, que alberga también un pequeño pero interesante Museo temático.
El Complejo Piramidal que rodea la Gran Plaza, con su dos canchas de juego de pelota adyacentes, su adoratorio central y su “Palacio Quemado”, se ve coronado por los enigmáticos cuatro atlantes que impertérritos ante el paso de las centurias, de impecable uniforme militar, mirando fijamente al sur (hacia la futura Tenochtitlán y hacia la pretérita Teotihuacán), parecen aguardar la orden para entrar en combate.